Los niños y niñas de la sociedad actual se encuentran alejados de entornos naturales y están necesitados de contacto con la naturaleza, lo que puede ser el motivo de distintos síntomas como estrés o ansiedad. Existen investigaciones que muestran que el contacto con la naturaleza es beneficioso para el desarrollo en la infancia, además de fomentar una actitud más pro-ambiental.
Estar cerca de la naturaleza tiene importantísimos beneficios, como demuestran los estudios científicos. Algunos de estos beneficios son:
- Permite el desarrollo armónico de los sistemas nervioso, inmunitario y endocrino.
- Optimiza los procesos de aprendizaje.
- Facilita el ejercicio físico, el desarrollo sensoriomotor, el juego no estructurado, la sociabilidad y la puesta a punto de los ciclos biológicos.
El contacto con la naturaleza es positivo, disminuyendo el estrés en niños/as de ambientes urbanos, fomentando la capacidad de concentración y permitiendo en niños con trastorno por déficit de atención una mayor concentración tras un paseo por el parque.
Es necesario que tanto familia, escuela y universidad fomenten el uso y disfrute de estos espacios.
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